El 3 de febrero de 1964 a las 7 de la mañana un caza militar rompía la barrera del sonido sobre la ciudad de Oklahoma. Era sólo la primera de las 8 explosiones sónicas que ese día y durante los próximos 6 meses se oirían a diario sobre la ciudad. Acababa de comenzar la Operación Bongo II, un experimento de la Administración Federal de Aviación (FAA), para el que los ciudadanos de Oklahoma City habían sido escogidos como sus conejillos de indias. A principios de los 60, a medida que el proyecto avanzaba, fue cuando comenzaron a surgir las primeras preocupaciones por los problemas medioambientales que un avión supersónico podría causar. Por un lado, los daños que podría producir a la capa de ozono debido a la altitud a la que tendrían que volar y, por el otro, el ruido que produciría cuando rompiera la barrera del sonido…
La elección de la ciudad de Oklahoma no fue casual. Debido a la dependencia económica que tenía la ciudad del Centro Aeronáutico Mike Monroney de la propia FAA y la base aérea de Tinker, se creía que la actitud de su población podría resultar más tolerante que la de otras ciudades a un experimento como este. Los aviones empleados serían cazas F-104 y bombarderos B-58, ocasionalmente se usaron algún F-101 y algún F-106 que volarían a una altura de entre 10.000 y 12.000 metros sobre la ciudad…
** ¿Quieres saber cómo fue la reacción de los habitantes de Oklahoma frente a los problemas medio-ambientales de este programa? ¿A qué niveles llegó el ruido? ¿A cuántos Km llegaban los efectos? ¿Si les afectó al sueño?. Lee este interesante artículo publicado en el blog Cabovolo (Historia, inventos, vidas y sitios diferentes)
El experimento supersónico que puso a prueba la paciencia de la ciudad de Oklahoma 16 /Octubre/2010
Deja tu comentario
Debe iniciar sesión para escribir un comentario.